domingo, 26 de marzo de 2017

La Violencia Simbólica en el debate sobre la votación con medios electrónicos de emisión de voto (Voto Electrónico)

En la implementación en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires del sistema de votación por medios electrónicos denominado “Sistema de Boleta Única Electrónica” se ha visto una serie de acciones por parte del gobierno para “convencer” a la sociedad sobre la importancia de este sistema, a su vez estas acciones fueron reiteradas y potenciadas cuando se buscó su implementación a nivel nacional en el Congreso de la Nación en el año 2016.

Evidentemente quien se encuentre en una posición de poder (dominador) va a tomar determinaciones con el fin de lograr sus objetivos, pero estas acciones pueden caer en la llamada violencia simbólica (en los términos de Pierre Bourdieu) hacia los ciudadanos (dominados), quienes no logran evidenciar o ser cocientes que estas prácticas son en contra de ellos en consecuencia son "cómplices de la dominación a la que están sometidos”.
“No al voto electrónico: la tecnología que no dominamos se usa para dominarnos” es el título de una nota de opinión de Emiliano Kargieman para la revista Noticias, y en la misma se explica cómo la falta de conocimiento (analfabetismo en tecnología) afecta directamente a la democracia en caso de utilizar estos sistemas.

Pero esta violencia simbólica (y por tanto invisible, soterrada e implícita) se encuentra también relacionada con las teorías reproductivas, en el sentido que no se busca a una sociedad que sea capaz de generar cosas nuevas sino simplemente repetir lo que es impuesto, a  la vez que no se forman “mentes que sean críticas, que puedan verificar y no aceptar todo lo que se les ofrece” (parafraseando a Jean Piaget).
En conclusión, la violencia simbólica ejercida por el dominador y las teorías reproductivas apoyadas por los dominados se potencian y retro-alimentan haciendo que las voces críticas, más allá de su validez, no sean tomadas en cuenta.

Ahora, terminando con la introducción teórica, se considera que para poder revertir la violencia simbólica basta más que generar visibilidad sobre estos actos. En concreto explicitar estas acciones, recopilarlas y de esta forma comprender de que manera sistemática se ejerce una relación de poder que posibilita la reproducción de conceptos erróneos (desde la perspectiva técnica) sobre las ventajas de la utilización del Voto Electrónico.

  • Cambio de nombre, “no es voto electrónico, es boleta única electrónica”: la BUE es un sistema de Voto Electrónico, del tipo indirecto. Esto es así ya que cuenta de ciertos elementos básicos por los cuales se lo considera de esta forma. Argumentar que la BUE no es V.E. para diferenciar uno de otros tiene dos objetivos, por un lado que no se asocie a las malas experiencias que ya existen sobre este tipo de sistema de votación (con una antigüedad de 40 años), y en segundo termino fue utilizado para eludir la mayoría especial que requiere la Legislatura Porteña para poder aceptar este tipo de sistemas (es decir lograr un fraude legislativo).
  • Decir que no es lo que es, “no es una computadora, es una impresora”: este es otro argumento falaz. Una impresora es una computadora. Tiene elementos de entrada, de salida, unidad de procesamiento y memoria. Basta leer sobre la Arquitectura Von Neumann para verificar y validar esto.
  • Decir que no tiene lo que tiene, “es una maquina boba sin memoria, la maquina no tiene memoria”: se elude decir el término computadora (en efecto es lo que es, y no solo una sino varias). Y la máquina cuenta con memoria, varias memorias también. ¿Cual es la razón de no admitir esto?, pues la negativa impuesta por la propia normativa (art. 24 inc. P Reglamentación Ley 4894 – CABA).
  • Discurso “lobbista”: una sincronización perfecta entre lo manifestado por el fabricante del sistema y los funcionarios que lo defienden, aceptan, promocionan y compran. “Fácil, rápido y transparente”, “moderno”. La defensa por parte de los fabricantes así como de los funcionarios han sido muy similares, como si de socios se trataran.
  • La decisión política desde la máxima autoridad del ejecutivo: que el presidente de la Nación sea el principal promotor del sistema de votación por medios electrónicos no es un detalle menor. Si bien esto debe ser determinados por los legisladores -es decir, otro poder-, la máxima autoridad ya sentó posición.
  • El falso consenso: el encargado del ejecutivo para impulsar este sistema de votación en el marco de la Reforma Política fue Adrián Pérez, el mismo manifestaba constantemente el “gran consenso” entre todas las partes. Esto no fue real. El consenso no estuvo. En efecto las reuniones donde se convocaba a distintas personas no eran públicas ni se difundieron las manifestaciones de cada uno, sino tan solo de quienes así lo publicaron por su cuenta. Esas reuniones sirvieron más bien para conocer las críticas que a posterior se realizarían sobre el proyecto.
  • La desconsideración a los especialistas por parte de los legisladores: cuando fueron convocados los especialistas al debate en la legislatura, tanto en diputados como senadores, fueron relegados al último de las exposiciones y la presencia de legisladores en el recinto era muy baja (en comparación con otras exposiciones). A su vez la convocatoria en Senadores fue postergada por un viaje de varios legisladores a los EEUU (avisando a los disertantes sobre la fecha), cabe destacar que los disertantes tuvieron que auto sustentar los costos (viaje, transporte, vivienda), teniendo en cuenta que había varios del interior del país. Los especialistas eran necesarios, al menos para decir que “todas las voces fueron escuchadas”.
  • La burla a los especialistas por parte de funcionarios públicos: Lejos de mantener un debate con altura, legisladores como Pablo Tonelli o Marcelo Wechsler asumieron una actitud reprochable hacia los especialistas (y la ciudadanía en general) por realizar burlas y menosprecios hacia el labor de distintas personas. Esto derivo, por ejemplo, en una texto titulado “Declaración ante el agravio del Diputado Tonelli a especialistas en Informática” con la firma de más de 15 especialistas.
  • La burla a los especialistas por parte del fabricante: en medio de razonamientos falaces se intentó realizar burlas a los especialistas, por ejemplo mediante la defensa de la tecnología RFID por la cantidad de personas que trabajan en su desarrollo, se intentó defender la utilización práctica de esta tecnología en un tipo de sistema concreto. Lejos de ser un planteo coherente es un absurdo. De la misma forma se podría argumentar que el agua es buena y todo lo que derive de la misma es bueno. Pero también con el agua se puede ahogar una persona. Incluso se fustigó como “iluminados” a los especialistas y que eran “4 o 5” así cómo la burda defensa argumentativa y dialéctica de que sería imposible la utilización de elementos caseros como “minipimers” o “sacacorchos” para atacar el sistema. Un día después de estas manifestaciones se demostró que esto fue posible así como la lectura de los votos hasta en una distancia de 2 metros con elementos caseros.
  • La negación de las demostraciones: Tanto legisladores como fabricantes intentaron argumentar que estas demostraciones carecían de validez. Sin embargo los mismos especialistas que realizaron las demostraciones son los que hicieron investigaciones independientes que luego fueron reconocidas en auditorías oficiales (como el Multivoto).
    Si bien los especialistas pusieron a disposición de cualquier persona los elementos, herramientas, investigaciones y código fuente para que cualquier persona pueda reproducir los mismos, la argumentación de los defensores del sistema de votación por medios electrónicos se limitó a negar su validez sin argumentar las falencias concretas que ellos consideraran de las mismas. Tampoco se proporcionó acceso a ningún elemento oficial para poder realizar auditorias a estos especialistas.
  • Distorsión de los valores a proteger: en línea a el discurso oficial, se busca esgrimir la modernidad, la agilidad y la velocidad como defensa del sistema de votación con medios electrónicos. Lejos de ello la Constitución Nacional Argentina en su art. 37 garantiza que el sistema de votación sea “universal, igual, secreto y obligatorio”, siendo la garantía del secreto la que más se encuentra en crisis en este tipo de sistemas (entre otras cuestiones).
  • “Quién no hace lo que yo quiero, busca poner palos en la rueda”: reiteradas veces se buscó argumentar que los que no están a favor de esta propuesta “ponen palos en la rueda”, de nuevo, sin detenerse a argumentar y contra argumentar, se manifiesta esto poniendo la acción criticable en el otro, mostrando al otro como un interruptor y sin considerar que el otro sujeto puede tener argumentos igual o más validos que uno.
  • “Al haber soporte papel permite una doble verificación”: que lo permita, y hasta que sea obligatorio, no implica que sea lo que se realiza en la práctica, en efecto se ha demostrado que en elecciones reales no se realizó este doble conteo (en pos de la velocidad promocionada).
  • “No apoyar el V.E. es defender la quema de urnas, el voto cadena y distintos tipos de fraudes electorales”: a diferencia de lo que argumentan distintos políticos, periodistas  y funcionarios, el voto electrónico incorpora nuevas formas de fraude. El “puntero electrónico” muestra como perfeccionar una forma de fraude electoral, a su vez la quema de urnas se puede seguir haciendo con la BUE (siguen existiendo urnas y siguen existiendo boletas en papel). La propuesta de gran parte de los críticos es el sistema de Boleta Única Papel, la cual incorpora varias ventajas sin incorporar los riesgos de utilizar computadoras para votar.

En conclusión, para ejercer la violencia simbólica se realizó una serie de falsedades, distorsiones y mentiras, así como algunas acciones que se pueden considerar abuso de poder en pos de la defensa de una postura. La mentira como herramienta de imponer ideas nunca es válida. Y el escudo más fuerte ante esto es el análisis crítico, la lógica formal y la difusión de los razonamientos falaces.

Utilizar estos artilugios dialécticos y hacer que otros reproduzcan una mentira no demuestra más que no se esta abierto a un debate real, sino más bien a justificar acciones en un falso-debate imponiendo ideas y conceptos erróneos desde lo técnico, pero aceptado desde lo discursivo gracias a la reproducción constante y, en este caso concreto gracias al “analfabetismo tecnológico”.

Votar usando computadoras, no es una buena idea. La violencia simbólica utilizada mediante las mentiras y la desinformación lo ponen en manifiesto.

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